capacitacion de lideres cristianos
Los líderes trasladan a los miembros.
Aquí es donde se puede desatar el crecimiento de una manera que no se pueda controlar. Cuando un grupo de líderes
alcanza el nivel de poder modelar hacia todos los miembros de la iglesia.
Esta cadena está basada en un principio simple. capacitacion de lideres cristianos
Sólo quien vive los valores los puede transmitir.
Podemos señalar tres cambios esenciales que una iglesia debe realizar para hacer una sana transición hacia una iglesia
de células.
• Cambio de enfoque.
• Cambio de conducta.
• Cambio de escenario.
Cambio de enfoque.
• De las reuniones a las relaciones: El primer cambio radical consiste en pasar de pensar en nuestras
reuniones de iglesia a pensar en nuestras relaciones con las personas. Empezar a utilizar nuestro tiempo y
recursos en la construcción de relaciones firmes con personas es el primer paso. Justamente uno de los
mayores obstáculos a la evangelización de nuestros conocidos y vecinos ha sido la falta de tiempo que
tenemos para dedicarle a ellos, aun cuando está comprobado que el 80 % de las personas que se integran a
una iglesia lo hacen a través del lazo afectivo de los amigos. Debemos liberar de tiempo a nuestros miembros
para que puedan relacionarse con las personas y armar puentes que permitan en algún momento presentarles
al evangelio o invitarlos a una célula o a la capacitacion de lideres cristianos
• De los eventos a los procesos: Aquí el cambio radica en la continuidad de las acciones por las personas a
quienes queremos afectar. Incorporar la regularidad en nuestras tareas de evangelismo y discipulado personal
es el mayor desafío para una iglesia que las ha relegado a programas y eventos. Solamente la seriedad que
indica la constancia pueden acercarnos a un cambio significativo que redunde en resultados nuevos y
perdurables para la iglesia.
• De los programas a las personas: Aquí el énfasis está puesto en el liderazgo y al entrenamiento de lideres cristianos que ocupa un gran porcentaje de su tiempo a preparar programas y eventos descuidando el hecho de que han sido llamados para atender a las personas.
La iglesia debe intentar centrarse en las personas. La organización de programas que
den solución a las necesidades de las personas nos ha llevado a poner los programas en primer lugar y relegar
a las personas al segundo. La diferencia fundamental es que la estructura de grupo que debemos intentar
armar se construirá alrededor de las personas y relaciones, no de los programas.
Pondremos lo mejor de nuestros recursos para atender a las personas. Volcaremos todas nuestras intenciones
en las personas directamente y no en un programa que las atienda. Cada grupo pequeño intentará cubrir las
necesidades de los miembros a través de las familias de su célula, atendiendo así las necesidades concretas de
su grupo de personas y ganándose así el derecho de compartir a Cristo con ellos.” A usted le costará creer que
esto sea así en una Iglesia pero es posible, actualmente nuestra Iglesia con solo 3 Horas de reunión
semanales (Culto, Entrenamiento de Lideres, y Células), el resto del tiempo ha sido liberado de ir a reuniones
o programas y también de prepararlos. La mayoría de los miembros utiliza este tiempo libre para trabajar
directamente con las personas, cuando hay una persona interesada el mayor logro para nosotros no es traerla
a la reunión sino poder empezar a trabajar con la persona cara a cara regularmente.
Lo que buscamos no es poder decir “Vino a la reunión” sino poder decir “Inicié un discipulado”, “Esta persona
acepto que la visite semanalmente”, “Empezamos a estudiar la Biblia juntos”. “Pude presentarle el evangelio”
¿Porque este es el logro mayor? Simplemente porque Jesús vino a salvar personas.
Uno de los ejercicios regulares en el entrenamiento de Lideres de Células consiste en chequear como cada líder está utilizando su tiempo. ¿Esto es para ejercer control? Todo lo contrario, es para ayudarle a que se mantenga enfocado
en el trabajo con las personas y no en otras tareas. No existen ya horas dedicadas a grandes
preparaciones de programas, eventos o campañas. Hemos puesto a un costado totalmente estas actividades
por algunas razones simples: Es un cambio posible en la iglesia de Cristo que sus seguidores un día digan,
“Paren los programas” y se pregunten si después de 5, 10, 15 y hasta 20 años de trabajo. ¿Esta forma de
trabajar de crear un programa tras otro y usarlo como medio para llegar a las personas, ha dado
crecimiento a la iglesia? Usted dirá ¿y que otra cosa hacer? Lo que Jesús hacía, ir directamente al
encuentro de las personas.